Toxina botulínica
El tratamiento con toxina botulínica es uno de los más demandados debido a su efectividad para tratar las arrugas dinámicas.
Las arrugas dinámicas son aquellas líneas de expresión profundas que surgen al realizar movimientos gestuales. Por esta razón, se las considera arrugas de expresión porque se forman con el paso del tiempo por la acción continuada de los músculos de ejercer determinada expresión al reírnos, llorar, asombrarnos, asustarnos, etc.
Los Beneficios
- No requiere anestesia, sólo hielo antes del a aplicación
- No requiere pruebas de alergia
- Se adapta a cada rostro y forma de gesticular
- No produce variación de los volúmenes y proporciones del rostro, dando un aspecto más natural que los productos de relleno
- Es una técnica poco traumática, y no suele dejar signos de inflamación y hematomas relevantes, permitiendo al paciente volver a su vida normal desde la primera hora post tratamiento
- Se puede aplicar en cualquier época del año
- Los resultados son progresivos durante las primeras dos semanas, y definitivos a partir de los 15 días
- La piel es lisa, las arrugas atenuadas
- El efecto puede durar entre 3 y 6 meses y la pauta recomendada es de 2 sesiones anuales
El Procedimiento
Consiste en aplicar un fármaco mediante inyecciones con una aguja muy fina, prácticamente indolora, en las zonas de contracción muscular, lo que produce una relajación muscular del músculo tratado, dando como resultado, un aspecto más dulce, descansado.
Es un tratamiento sobre todo muy elegido para tratar las patas de gallo, la frente y el entrecejo, y tambien se puede elevar la cola de las cejas y conseguir la elevación del párpado superior.
¿Dudas?
Preguntas frecuentes
Los primeros resultados tras la aplicación de la toxina botulínica son visibles los primeros días., entre las 24 y las 36 horas después. Sin embargo, es necesario tener paciencia y esperar al menos 7 u 8 días para ver el resultado definitivo.
El tratamiento con toxina botulínica tiene unos efectos con una duración aproximadamente de entre 4 y 6 meses dependiendo de cada persona y su tipo de piel. Por esta razón, se recomienda reaplicarse la toxina botulínica cada 6 meses, es decir, unas dos veces al año.
La infiltración de toxina botulínica siempre debe realizarse por un profesional. Si este requisito se cumple no tiene por qué haber ningún efecto secundario. Lo único que puede producirse es algún hematoma o enrojecimiento en la zona que irá desapareciendo de forma gradual.
En cuanto a quién es el candidato idóneo, lo cierto es que el tratamiento con toxina botulínica puede realizárselo toda persona que quiera mejorar su aspecto o prevenir la aparición de arrugas. Las únicas contraindicaciones que existen están orientadas a personas con dermatitis infecciones o zonas de la piel inflamadas, casos de acné, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, o bien en casos de miastenia gravis.
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